"El Malón de la Paz" fue protagonizado por las comunidades Kollas de nuestras yungas y de la provincia de Jujuy en el año 1946, cuando Juan Domingo Perón estaba en la presidencia, y fue una gran marcha, a pie, a lomo de burro y con carretas, para solicitarle al presidente que reconozca a los pueblos originarios como los verdaderos dueños de la tierra. "Esto es algo histórico para nuestra comunidad" y es parte de "nuestra historia viva, porque aún están entre nosotros don Eugenio Zárate y Don Tito Gímenez", que hicieron la marcha y lograron entrevistarse con Perón que ninguna respuesta les dio. Pero el destacar a los pueblos originarios debería estar en todos los actos por el 9 de Julio porque "nosotros fuímos parte del ejército de San Martín, de Manuel Belgrano y de Martín Miguel de Güemes" dice el profesor originario que agrega que el rol fue fundamental para terminar con el yugo español.
Pero a pesar de todo esto, los pueblos originarios continúan siendo relegados, invisibilizados en sus reclamos, en sus desdichas, quizás porque no representan un gran caudal de votantes, para algunos, aunque en muchas elecciones, en nuestro departamento, algunos llegaron al poder por el voto de las comunidades, nos recuerda Ceferino Zárate.
La Historia (*)
Entraron
a la Capital Federal por Liniers el 3 de agosto de 1946, con rumbo a la Plaza de
Mayo. Fueron recibidos por el Director de "Protección al Aborigen" y alojados en
el "Hotel de Inmigrantes", todo un símbolo de lo que el Estado Argentino
entendía eran estos indígenas.
La Historia (*)
El malón tuvo su punto de partida el 15 de mayo de 1946 en
Abra Pampa en Jujuy, pasando por Casabindo, Colorados, Tumbaya, Volcán, Yala y
Jujuy, donde arribaron el 24 de mayo. Allí se les unió la otra columna de
hermanos kollas que venía de Orán (Finca San Andrés) y de Iruya (Finca
Santiago). los salteños venían en mulas. Los puneños venían a pie. En total
fueron 174 caminantes. El 26 de Mayo, partió el malón rumbo a Salta y luego a
Tucumán, donde arribaron el 9 de junio , apoyados solidariamente por los
trabajadores. El 22 de junio arribaron a Córdoba y luego a Rosario. Entre
ellos caminaba Ascencio Miranda, de 86 años de edad, y Narcizo López, de
entonces 7 años.
En Pergamino se creó una Comisión de Vecinos para recibirlos,
juntando alimentos y ropa para que el resto del camino a la Capital se realice
sin problemas. A Pergamino arribaron el 21 de julio, siendo recibidos por
sesenta mil personas, las autoridades municipales y agricultores del lugar.
Se realizó un asado en la Comisión de Fomento del Barrio
Centenario organizado por la Sociedad de Agricultores Arrendatarios e Hijos de
Pequeños Propietarios pro Reforma Agraria. Estos campesinos de Pergamino,
idearon por esto una marcha similar a Buenos Aires destinada a resolver su
situación de explotación como arrendatarios. El presidente de la Sociedad de
Agricultores Arrendatarios, dirigió un telegrama al Presidente de la República
que decía: "Agricultores zona norte de la provincia de Buenos Aires y pueblo de
Pergamino, en manifestación pública de sesenta mil personas, confundidos con
nuestros hermanos coyas en el día de la fecha pedimos se les entregue sus
tierras de la Puna a estos argentinos netos. Y los agricultores se esta zona
solicitamos la prórroga de los arrendamientos hasta el año 1950 y que se nos de
estabilidad .
![]() El Malón de la Paz en Luján, 30 de julio de 1946. |
Llegaron a Luján el 30 de julio de 1946. La recepción que
tuvieron fue multitudinaria. Eran abrazados por cientos de brazos de vecinos que
los recibieron. "Cuatro siglos habían tardado esos abrazos en llegar hasta
ellos"(Diario Ahora). El 1 de agosto pasan por Merlo, recibiéndolos también una
multitud.
Antes, el 10 de julio los indígenas Valentín Zárate y José Nievas concurrieron al Congreso de la Nación, adelantándose a la caravana, los recibió el presidente de la Cámara de Diputados Le expresaron que "Aquellas tierras fueron de nuestros bisabuelos. El señor Patrón Costa se apoderó de esta de su propiedad y las incluyó en sus tierras sumándolas a no pocas hectáreas. Tenemos que pagar un peso cincuenta por cabeza de ganado, y otro tanto por cada planta de naranjo que cultivamos. La producción apenas alcanza para nuestras familias, si se muere una vaca o se seca una planta igual nos cobran el "impuesto" durante cinco años".... "Nos pagan un peso cincuenta por cada mil kilos de caña que pelamos y que a veces demandan tres días de labor. Es decir, que ganamos un peso cincuenta por día. No es posible negarse, porque entonces aparece la policía del Ingenio con winchester, pistola, sable y látigo y nos obligan a trabajar. También es obligatorio comprar en la proveeduría del Ingenio. Si compramos particularmente, la misma policía se encarga de quitarnos la provisiones y como castigo nos hacen trabajar gratis una semana. A veces nos llevan presos y nos dejan en los calabozos seis días sin comer. El kilogramo de azúcar -agregan- cuesta a los coyas sesenta ccenntavos en el mismo foco de producción, o sea a trece centavos mas que en cualquier otro punto del país, según los precios máximos. La yerba envasada cuesta dos pesos, el arroz un peso y un par de alpargatas dos pesos". En ese momento, el Malón de la Paz se hallaba en Rosario. (La Razón - 11/07/1946).
Antes, el 10 de julio los indígenas Valentín Zárate y José Nievas concurrieron al Congreso de la Nación, adelantándose a la caravana, los recibió el presidente de la Cámara de Diputados Le expresaron que "Aquellas tierras fueron de nuestros bisabuelos. El señor Patrón Costa se apoderó de esta de su propiedad y las incluyó en sus tierras sumándolas a no pocas hectáreas. Tenemos que pagar un peso cincuenta por cabeza de ganado, y otro tanto por cada planta de naranjo que cultivamos. La producción apenas alcanza para nuestras familias, si se muere una vaca o se seca una planta igual nos cobran el "impuesto" durante cinco años".... "Nos pagan un peso cincuenta por cada mil kilos de caña que pelamos y que a veces demandan tres días de labor. Es decir, que ganamos un peso cincuenta por día. No es posible negarse, porque entonces aparece la policía del Ingenio con winchester, pistola, sable y látigo y nos obligan a trabajar. También es obligatorio comprar en la proveeduría del Ingenio. Si compramos particularmente, la misma policía se encarga de quitarnos la provisiones y como castigo nos hacen trabajar gratis una semana. A veces nos llevan presos y nos dejan en los calabozos seis días sin comer. El kilogramo de azúcar -agregan- cuesta a los coyas sesenta ccenntavos en el mismo foco de producción, o sea a trece centavos mas que en cualquier otro punto del país, según los precios máximos. La yerba envasada cuesta dos pesos, el arroz un peso y un par de alpargatas dos pesos". En ese momento, el Malón de la Paz se hallaba en Rosario. (La Razón - 11/07/1946).
El diario "Democracia" decía en su edición del 16 de julio
que "cuando se haga el inventario de los héroes de la revolución habrá que
nombrar a estos ciento setenta y cuatro aborígenes muy cerca de los obreros, de
las mujeres y de los niños sacrificados por las oligarquías durante la campaña
electoral. Caminar dos meses.... importa un sacrificio que no se puede
comprender muy bien desde el confort de nuestra ciudad". El 18 de julio
arribaron a San Nicolás, trayendo desde Salta y Jujuy la protesta de la
esclavitud. Allí recibieron impactantes muestras de adhesión de la población,
que espontáneamente se acercó a los Galpones de la Aduana, donde los kollas se
alojaron.
En su edición del 22 de julio de 1946, el diario "El
Laborista" decía: "Estos indios trabajadores, mansos y sufridos, vienen a
protestar contra su patrón, contra el señor feudal dueño de vidas y haciendas de
su provincia. Este señor feudal se llama Robustiano Patrón Costas y estuvo a
punto de ser presidente de la República.... ocupa la tierra de los coyas y
desaloja a los pobres indios de donde han vivido desde siglos, y nadie le puede
decir nada. Los toma a trabajar en su ingenio y les paga lo que quiere. Si
encuentran que las condiciones del ingenio son demasiado duras se escapan antes
de cumplir con su contrato, la policía particular de Patrón Costa los persigue
como si fuera caza mayor y los balea y mata si es necesario".

Algunos de ellos montados en burro, a caballo y la mayoría a
pié llegó hasta el Congreso, rodeados por hombres mujeres y niños de la europea
Buenos Aires. Allí fueron homenajeados por el Congreso de la Nación. Poco
después reanudaron la marcha rumbo a la Plaza de Mayo. Desde los balcones de la
Casa de Gobierno los recibieron Farrel, Perón y otros funcionarios. Frente a
ese balcón desfiló el Malón de la Paz ejecutando música andina. Después de ese
acto, fueron alojados en el Hotel de Inmigrantes donde fueron visitados por el
propio Perón. Recibieron adhesiones de la Federación de Obreros y Empleados
telefónicos. Ese día, elementos "nacionalistas" pretendieron provocar
incidentes, siendo repudiados por el público que concurrió a recibir al Malón de
la Paz.
El 15 de agosto, la revista "Aquí Está" reportea a los
hermano kollas "Uno no puede pelear sin llevar todo lo suyo atado... perdone
señora.... es la miseria que grita!".
(*) Fuente Blog
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